Después de un asalto y una persecución por parte de los agentes, lograron detener a varias personas, dos de ellos habrían trabajado como policías municipales y habían sido dados de baja por reprobar los exámenes de control y confianza. Uno de los ex policías detenidos fue identificado como Aníbal, quien fue reconocido por vecinas de la colonia Chapalita, que a decir de ellas organizaba tandas.
León, Gto/Ciudad de México, 5 de abril (Zona Franca/SinEmbargo).- El pasado lunes la Policía Municipal logró la detención de cuatro personas que se vieron involucradas en un asalto a un cuentahabiente que salió de un banco en la Plaza Galerías en León, Guanajuato.
Después de una persecución por parte de los agentes, lograron detener a varias personas que viajaban en un automóvil Seat en color gris con placas de la Ciudad de México después de que estos trataran de huir estacionándose en el centro comercial Soriana Malecón.
La corporación los vinculó presuntamente con una banda delictiva.
De los 4 detenidos, todos originarios de León, dos de ellos habrían trabajado como policías municipales y habían sido dados de baja por reprobar los exámenes de control y confianza, además se les encontró un skimmer, que es un aparato usado para poder clonar tarjetas de crédito y débito.
Uno de los ex policías detenidos fue identificado como Aníbal Leonardo, de 32 años de edad, quien fue puesto de disposición del Ministerio Público.
ENTRE TANDAS Y TUPPERS
Resultó que Aníbal fue reconocido por vecinas de la colonia Chapalita, que a decir de ellas organizaba tandas y al inicio entregaba el dinero pero después ya no les respondía los mensajes.
"A él lo conocimos en 2017 y se ganó la confianza de las señoras de la zona porque daba clases de defensa personal en un local aquí cerca, primero dijo que fue soldado y luego que policía y que por eso sabía defensa… comenzó a vendernos (productos de) Avon, Jafra, Fuller, Tupperware y pensamos que era por ayudarle a sus esposa, después no nos traía las cosas y así se fue haciendo de la vista gorda" contó una señora.
"Luego llegó a ofrecer tandas, los primeros números según él ya los había dado en el trabajo de su esposa, después de eso nos tocaría a nosotras, de 200 pesos cada una, pero cuando nos tocó no entregó nada y se perdió… cuando le reclamamos dijo que él se había involucrado con gente pesada, con gente mala por así decirlo y ya no quisimos hacer nada… nos ha de deber como 15 mil pesos", contó otra afectada.